domingo, 12 de mayo de 2013

La obsesiva coleccionista



Acabo de terminar de leer El diablo viste de Prada. Si hubiera una clasificación de estrellas para calificar este libro, yo le asignaría una puntuación de cuatro estrellas. Divertido, light (así como de esos que son para pasar el rato), con un argumento trepidante (no hay puntos muertos ni apartados en que pase por tu cabeza la idea, "¿a qué horas empieza lo bueno?")  y con alusiones constantes a las grandes firmas de moda, El diablo viste de Prada es, sin duda, una excelente opción para descansar y divertirte, para alejarte del estrés cotidiano y sumergirte en una trama interesante y amena.

Lauren Weisberger, autora de El diablo viste de Prada
 
Debo confesar que antes de leer el libro había visto la película basada en él, protagonizada por Anne Hathaway y Meryl Streep, una película que es una de mis favoritas, en el que las protagonistas hacen un trabajo impecable y el diseño de vestuario fue fabuloso. Ahora que he leído el libro, debo decir que la película no desmerece, lo que sí que es bastante diferente a la trama original.
 
 

 Anna Wintour, editora de Vogue y ex jefa de Laura Weisberger. Se ha rumorado que en ella se basa el personaje de Miranda Priestly
 
 
Sin afán de ser spoiler, les cuento que en el libro, Lily, la amiga de Andy, es un personaje recurrente y vital para la trama, además de que su personalidad es completamente diferente a la Lily que aparece en la película (la Lily del libro es alcohólica, un poco "salvaje", gusta de ligar con toda clase de hombres y estudia un doctorado en literatura rusa); los padres de Andy también son personajes que están presentes, así como la hermana de esta, su cuñado y su sobrinito recién nacido; con respecto a la relación con Alex, esperen una gran sorpresa al leer el libro; Andy jamás tiene relaciones sexuales con el famoso Christopher y la manera en que abandona a Miranda es mucho más dramática. A eso hay que añadir que Andy jamás regala su ropa de alta costura a Emily (la vende y con ello obtiene $38,000 que le sirven para sobrevivir un año sin un empleo fijo) y, muy diferente a como sucede en la película, en el libro asistimos a la búsqueda de Andy de un rumbo laboral muy diferente a lo que hizo en Runway.
 
Anne Hathaway y los glamurosos conjuntos que vistió en El diablo viste de Prada
 
 
El diablo viste de Prada, aunque parezca un tanto superficial, aborda una temática con la que definitivamente nos podemos identificar todos aquellos que tenemos nuestro primer empleo después de egresar. Creo que cuando empezamos la vida laboral, después de salir de la universidad o del college, tenemos grandes sueños y aspiraciones: nos imaginamos ocupando el cargo que está en la cúspide laboral, nos imaginamos haciendo grandes cosas, haciendo importantes tareas, haciendo que los demás digan "por Dios, ¡qué bien le va!". Sin embargo, el mundo laboral, sobre todo ahora, no es así: se empieza de abajo, con poca paga, ascender no es fácil, pagas el "derecho de piso"...y mientras estás en ese trabajo te preguntas, "¿es esto lo que realmente quiero?", "¿qué estoy haciendo para estar donde realmente quiero estar?". Eso le pasa constantemente a Andy durante el desarrollo del libro, y lucha constantemente con su deseo de continuar y, a su vez, con el deseo de arrojarlo todo por lo borda.
 
Con esto no quiero decir que debamos emular y mandar al demonio nuestros empleos. No, sino que el libro aborda un fenómeno común entre los adultos jóvenes que trabajan: la duda constante sobre si están haciendo lo correcto, sobre si su trabajo es el indicado para ellos.
 
 
Este libro me ha dejado un buen sabor de boca, y como sucede con todo lo que me causa una impresión positiva y favorable, no podía dejar de pasar y recomendarlo. Leánlo, de seguro les encantará.
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